sábado, 23 de junio de 2012

BAJO EL AGUA VERTICAL


Prólogo

          Conozco a Plutarco Cortez (Santa Teresa carazo, 1947). Desde 1986. Y desde entonces me han impresionado sus poemas. Poemas elaborados lentamente, siguiendo las leyes secretas de un universo nocturno personal. Intensamente personal. Poesía de las extrañas cegadoras, pero igualmente alumbradoras de  un mundo no todavía definido, un mundo que existió algún día o está por venir. En todo caso, un mundo de dimensiones paradisíacas, un universo de visiones dinamizadas por una explosión o un halo cósmico: “Hay un tropel de dioses cruzando el universo”. Con este soberbio alejandrino podemos introducirnos a la poesía de Plutarco Cortez, al flujo misterioso de su agua vertical. Así ha definido él su primer libro: Bajo el agua vertical. Es decir, y creo no equivocarme en esto, bajo la poesía, pues es bajo una iluminación auténtica que Cortez ha escrito estos textos que presenta ahora reunido en un volumen ilustrado por ese gran artista de vuelo cósmico que es Orlando Sovalbarro.
Recuerdo los días en que me visitó Plutarco, en el fenecido Ministerio de Cultura de la Revolución Popular Sandinista. Eran días de euforia generalizada. (No por el hecho de la revolución en sí, sino por “los buenos oficio” y la manipulación ejercida por oportunistas y trepadores de toda laya). Días de loa y utopía. El triunfo del exteriorismo funcional y servicial era total: La poesía al servicio de la política, la glorificación de la Razón Histórica, Hegel tapando a Nietzsche, los temas de actualidad en el candelero, los rabinos de la cultura nacional moviendo la colita al poder (moviéndola todavía aunque haya cambiado de signo), o insertándose, por obra y gracia de una operación oportunista (utilizando como plataforma de lanzamiento el prestigio de un gobierno revolucionario, metido posteriormente en un callejón sin salidas), en la influyente cultura internacional de “izquierda”, tan rica en manifiestos y proclamas de aburrida retórica y de rentables dividendos expresados en viajes, publicaciones, participaciones en congresos, antologías, etc., etc. Días de opacidad, indiferencia y menosprecio para un poeta humilde, pero indómito, obsesivo pero no cerrado al consejo o a la sugerencia amistosa y cordial; perteneciente a la clase más popular y sana del país: el sufrido y heroico campesinado. Poeta sin escuela ni academia, forjado en la pura soledad de sus visiones lunares y solares, no encontraba ecos en esos días. No lo recibían, no le publicaban, no querían tomar en serio el puñado de poemas que esgrimía y que a mí, personalmente, me hacían creer que, entre tanta demagogia, superficialidad y falsedad reinantes, la poesía existía en Nicaragua, pugnaba por salir de la matriz ancestral, del caos amorfo para constituirse en eso: lo que es, la gratuidad absoluta, el más supremo lujo del espíritu.
          Dije que la poesía de Plutarco tiene una dimensión paradisíaca. Entendamos esto no en su sentido de estancia idílica o belleza arcádica. No: eso es propio de poetas tranquilos y sosegados, acordes y concordes, con el orden natural. Se trata de una dimensión paradisíaca en cuanto la atmósfera, el ámbito de nuestro poeta tiene un sentido genésico, cósmico, visceral, como si el universo estuviera creándose permanentemente, pero a la vez destruyéndose y volviéndose a crear en una dialéctica de negatividad eterna. Un poeta nietzscheano, un poeta presocrático en cuanto descifrador de elementos originarios. Un poeta que niega el humanismo occidental que, a partir de Platón. Aristóteles y el cristianismo, configura una racionalidad dudosa, basada en una sospechosa separación de alma y cuerpo. El ser humano, en esta poesía de momentos fulgurantes, no tiene nombre, no tiene género, no tiene rostro: es el sin nombre ¿el Innombrable de Beckett?, el que vendrá, el indefinido, el que se anuncia pero no llega aún. La imagen humana se llega a fundir, incluso, con lo inanimado:

          “Hoy hice pedazo mi imagen
          en el espejo
          para dedicarme a ver tu rostro...
         
          ¡Ven y verás que estoy como el cristal!

          ¿El rostro de la amada? Si y no. No se trata de una poesía amorosa, ni siquiera erótica. Si hay erotismo, es el erotismo orgánico y explosivo de la Naturaleza. Plutarco no es un poeta del amor, porque no le interesa la persona, no le interesan los pronombres (aunque los utilice) como al español Pedro Salinas: el tú y el yo está en función, no de la relación de la pareja, sino de la aparición de las fuerzas naturales destructivas y creadoras. Su precisa percepción de lo telúrico y lo genésico, así como la sobriedad generosa de su dicción me recuerdan al rumano Lucian Blaga:

          “Hubo un romance de agua clara bajo el cielo
           El sol lanzó sus flechas.
           Las gaviotas gimieron de placer.
          El oro subió hasta la superficie
          de la tierra.
          Llovía copiosamente.
          Los ríos eran caudalosos.
          El musgo extraía el jugo de las rocas.
          El otoño estaba confinado.
          La primavera reinaba.
          Y los ángeles aéreos forcejeaban
          con el tiempo”.

          Su búsqueda de imágenes primordiales lo lleva a explorar el ojo de la ballena, el “lomo de una ola”, la frente pensativa del búho (animal del que rechaza su prestigioso simbolismo, identificándolo más bien con lo demoníaco y no con la sabiduría minérvica: “EL día en que rompí la frente del búho/gané un mundo nuevo”), el huevo de la serpiente, símbolo matriz del mal que hay que abolir para el surgimiento del mundo nuevo. Plutarco pone a circular, en el juego peligroso de su alquimia verbal, estos elementos, y otros más, de la imaginación mítica.
          Su ética de poeta comprometido con la vida (no la falsa vida realimentada y racionalizada de los teólogos e ideólogos, verdadera peste de nuestro tiempo que contribuye a la represión y castración de la imaginación liberadora),con la lucidez y la fatalidad visionaria, lo confronta con la homogeneidad alienadora y monstruosa , Basta ver el texto titulado “Contra el mundo”, uno de los más logrados de este su primer libro que ahora presentamos:

“La contorsión de la serpiente
es una insinuación.
En la mirada del búho sólo hay indicios
de rumbos imprecisos.
No debo distraerme. Quiero romper
un remanente de aguas cristalinas.
Llegar hasta la cima de la montaña.
Romper el cielo con mis puños.
Si fluye el agua vertical, huirá esa multitud
que me persigue.



Alvaro Urtecho




POEMAS




          HACIA MI
          Quiero ir por el mundo.
          Quiero ver ese rostro
          que se me parece.      
          Necesito encontrar   
          el libro que contiene
          algo de mí...
          Iré por el mundo hasta
          encontrar la mayor parte
          de mí...

          TODAVÍA TE ESPERO
         
                      Del Atlántico
          al pacífico hay una distancia
                      transitable.
          Entre el canto del ruiseñor y el graznido
                         del águila
          hay selvas pobladas de panteras y gacelas.

                      En mi pecho
          los pájaros nocturnos, cantan
                      tu nombre
          y las gaviotas aún llegan a picotear
          el pan...

TELEGRAMA


Hoy hice pedazos mi imagen
          en el espejo
          para dedicarme a ver tu rostro.
          El ciprés está cundido de pájaros.
          El riachuelo que antes cruzaste,
          hoy es río que se desborda.
          Pueden verse a través de él,
          las estrellas más grandes
         
          ¡Ven y verás que estoy como el cristal!

LO RECUERDO

          Hubo un romance de agua clara bajo el cielo.
           El sol lanzó sus flechas.
           Las gaviotas gimieron de placer.
          Y el oro subió hasta la superficie
          de la tierra.

          Llovía copiosamente.
           Los ríos eran caudalosos.
          El musgo extraía el jugo de las rocas.
          El otoño estaba confinado.
          La primavera reinaba.
          Y los ángeles aéreos forcejeaban
          con el tiempo.

          Los besos eran de fuego espeso.
          Las palabras flechas de metal.
          Nuestras miradas al encontrarse
          deslumbraban en el espacio
          como dos rayos que se cruzan...

INSINUACIÓN DEL BUHO


          Otra vez
          el búho lanzando al aire su diabólico
          Graznido.
          Pero no he abordado el arca
          que diseñó la noche.

          He adquirido la noción de poner todas las cosas
          en su lugar
          Y como a ti te corresponde mi cuerpo,
          me he cubierto de ti.
           Cuando voy a la cama burlamos las intenciones
          del espacio.

          ¡Otra vez el amor en la odisea!





 
 
 
 
 
 
 
 
LA FUERZA DEL AMOR

          Mi amor por ti es un forcejeo de miradas
          en la cumbre.
          Un nacimiento diario de pájaros azules.
           Un desfile de carrozas
          tiradas por inmensos caballos.
          Y tiene la resonancia de la selva.

          Sal, mira el surtidor,
          verás el suicidio de los pájaros azules.
          En el otro patio
          un cisne come estrellas en una charca.

          Ven, dame el durazno de tus labios.
          Dame el temblor de tus senos.
          Déjame escuchar la música de tus caderas.     
          Y cuando la noche ponga máscaras
          en los rostros,
          dime que me amas.
          En el tejado cantarán los pájaros nocturnos,
          y yo echaré sobre ti
          la manada de leones domésticos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL ENAMORADO

          Cuando te busco
          lo hago con lentitud de ciego.
          (Esa manera de buscar las cosas
permite más efectividad)
         
A veces te estoy viendo
y no te das cuenta que te estoy viendo.
Te persigo e ignoras que te persigo.

El amor es una garza en meditación.
Un pez de arrecife.
Abre todas las puertas y sal por la más grande.
En el cielo no hay estrellas fugaces.
El búho ya no viola mariposas en el jardín.
El tejado está habitado por gaviotas.
El águila se ha replegado a la montaña...

Asómate al río que comienza donde termina
mi cuerpo.
Los peces multicolores están sobre las aguas.


DULCE MUJER

En tu frente se refugiaron todas las gaviotas.
En tus ojos las mariposas duermen un sueño
Profundo.
Hay un cóndor que quiere posarse en tu cabeza
mas espantado por la resonancia del niágara
vuela a la cumbre del pino más cercano.

Canto una canción que tu oído no percibe,
pero las gaviotas se irritan y comienzan
a volar sobre tu cabeza.
Los pájaros del bosque me hacen compañía.
Ante la confusión,
un pez de arrecife se extravía
y el cóndor se vuelve ave marina.

CORRIENTES PROFUNDAS


El agua que corre bajo mis pies no me quita
la sed.
Bebí el agua cristalina en las faldas
de los cerros y aún traigo reseco
los labios.
Es preciso que beba el agua vertical...
Después seguiré buscando las corrientes
profundas...

AMANTE SILENCIOSO


En la bahía
los pelícanos están en meditación.
Los peces de la superficie
beben el oro líquido.
El águila revuela sobre mi cabeza
y devora todos los pájaros livianos.
Si mi amor por ti no tuviera
el peso exacto del cóndor,
ya lo habría devorado.

Hace días que te persigo a corta distancia.
Quiero estar cerca de ti
cuando sientas el aleteo de las golondrinas
invisibles.
Sè que se llenarán todos los espacios.
 Sentirás el peso del cóndor
y entonces sí, me mirarás a la cara.

Sentirás placer viendo salir
las golondrinas de mis ojos.



EN LA PLAYA


No, no creas...
Mi deseo de ti es una góndola en el fondo
del océano,
que aún lamen los peces multicolores.
Tu cuerpo es una ola deliciosa.
¡Qué ganas tengo de hundirme en esas aguas!
El amor es piedra dura.
No flotaré jamás. Incitando a los peces
del fondo,
haré que suban a la superficie a beber
el agua tibia.
Las gaviotas,
volando a ras del agua,
harán retroceder la horrenda imagen
del pelícano.
Y un cangrejo devorará el retrato
de la tortuga en la arena...

HOMBRE CONSCIENTE


Maté y me tragué con todo y pluma
el pájaro que anidaba en la tumba
de mi padre.
He indagado el origen de la madre
de la madre de mi madre.
Y golpeando carne contra carne
Hice brotar a mis hijos
del fondo de la tierra.

¡Ya puede el búho expresar
sus razonamientos formulados.
Cuando un hombre ha llegado
a ser puede escuchar las vilezas
más grandes del mundo!

LA MUJER IDEAL


          Sí, la amo.
          ¡Cómo no amarla!: la acosté en la cascada
          y la roca se volvió oro.
          Le pregunté si me amaba y de sus ojos salieron
          pájaros azules.
          Hicimos el amor y encontré agua vertical.
          Sí, es verdad, la amo.


POETA CONSCIENTE

          ¡No puedo decir...!
          Quiero ser el victimario.
          Es preciso no hablar por mucho tiempo.
          ¡No pueden convivir conmigo!
Con una palabra bien dicha puedo matarlos
a todos.
¡No podrán romper el huevo que se incuba
en el regazo de la aurora!

HOMBRE DEL AÑO DOSMIL


Las cosas anheladas están recluidas
en el ojo de la ballena.
Los deseos se han ido mar adentro
en el lomo de una ola.
Sólo las imposiciones llegan hasta mí.

Si hago todo lo que se me ordena seré inmortal.
Cuando rompí la frente del búho
gané un mundo nuevo...

¡Quiero bañarme en el agua cristalina que fluye
en la falda de la montaña!

LO PEOR


No deseo nada.
No hago nada porque quiera hacerlo.
Todos los hierros están sobre mi.
Sé que existo.
Traigo la frente averiada, la nuca ablandada,
varias vértebras rotas.
No hago nada voluntariamente.
Odio a la mujer hermosa.
Nadie hace nada voluntariamente.
Odio esa mano que me indica en la obscuridad.

Si yo fuera una serpiente inmensa, con una boca
Inmensa, con una boca infinita.
Me tragaría el mundo diez veces, cien veces,
mil veces
y nunca más defecaría.
Si pudiera hablar diría: que los muertos

entierren a sus muertos,
y los vivos que interroguen  a los ángeles.

UN HOMBRE LIBRE


Maté todas las arañas del mundo.
Rompí la pupila del búho.
Ayudé a tumbar muros en Europa.
Construí todos los puentes necesarios en el
mundo.

Un herrero es superior a un científico
y un puente es más importante que todo
el mar.

Los demagogos se diferencian del resto
de los hombres.
Hemos de buscarlos y matarlos donde quiera
que estén.
Admito que soy malo, sí, mas no teman.
¡Miren que tengo la nobleza del cristal!

HACIA EL SIGLO VEINTIUNO


Es fácil convertirse en héroe.
Abrí la panza de la enorme serpiente.
Adiviné la muerte. Vencí a la muerte.
Trato de correr diez años este día.
Quiero llegar primero.
En la palma de mis manos llevo escrita
la promesa.
Si hablo primero no podrán contra mí,
llevo la espada que encontré
en el vientre de la serpiente.

AUTOIMPOSICIÓN


¡Quiero volar!
Ayer fui un muerto al que velaba
un solo deudo.
Sólo hoy estaré vivo.
Hoy diré sí y diré no.
Mañana seré un desconocido.
Seré otro.
O talves ya ni exista.
El porvenir es un túnel oscuro.

¡Hoy debo recorrer todo el cuerpo
de la serpiente!



ARTE POETICA


Es imposible pronunciar las frases
Escogidas.
Debo resignarme a decir las cosas imprevistas.
Hay un tropel de dioses cruzando el universo.

¡Es hora de romperse los oídos
y ver hacia una dirección con el ojo de la mente!

¡Ay el ojo del cuervo, la garra del águila!
¡Ay el colmillo de la serpiente!

¿Y el hombre?
¡Ah, el hombre, el hombre, el hombre...!

ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA


Estoy situado en el centro del universo.
Miro hacia el Oeste.
Hacia el Este. Hacia el Norte
y hacia el Sur.

Por encima de mi cabeza el búho
hace un giro de
trescientos sesenta grados
y por debajo de mis pies,
¡la inmensa serpiente!
¡Pendo de un hilo tan frágil!

Entre el alba y el crepúsculo,
el tiempo es infinito.

¡Hoy mismo será saciada la enorme serpiente!

LA BUSQUEDAD


          El ojo del búho es un santuario
          de imágenes.
          ¡Todos los cristales están rotos!
          ¿Qué sería de la humanidad si el mundo
          fuese una inmensa vitrina...?
         
          Dios seguirá tras la opaca roca...
          Y la humanidad
          erigiendo torres de babel.



NADIE ME CONOCE

          No soy ese hombre que se refleja
          en el espejo,
          el que se refleja en el agua clara,
          mucho menos el que está estático
          en la fotografía que tengo sobre el escritorio.
         
          Soy una corriente de agua oscura que está
          bajando de la montaña...

EVOCACIÓN DE NIETZSCHE

          Eras neurótico.
          Llegaste hasta la cima de la montaña.
          Ni en la altura pudiste ser pasivo.
          Te pusiste a golpear al azar con tu
          enorme puño.
          ¡Qué instante más determinante!
          Rompiste un remanente de aguas cristalinas.
          Los espíritus sedientos hemos abrevado
          en esas aguas.

          Odiaste a Kant, con la misma intensidad
          con que odiaste a la sociedad.

          ¿Y qué de los dialécticos?
          Ellos te combatieron infructuosamente.
          ¿Los cristianos?
          ¡Se resignan ante el ímpetu de tu neurosis...!

NO HAY TIEMPO DE PENSAR

          La noche se está despeñando en la falda
          de la montaña.
          Antes del amanecer,
          el mar habrá roto todos los diques.
          Este instante es una cuerda tensa.
          No hay retorno.
          O saltamos o quedamos sepultados.

          Descartes nos enseña el arte de la demora.
          Sentado frente a la estufa
          espera estar seguro de si puede pensar
          para afirmar que existe.
          Kant, desde la cumbre de la montaña
          Repite: la ley la ley y siempre la ley.
          ¿Y qué de la ingenuidad de Berkeley...?
         
          Es necesario saltar, saltar y saltar,
          hasta que el inmenso abismo lo impida...

CONTRA EL MUNDO

          La contorción de la serpiente es una
          insinuación.
          En la mirada del búho sólo hay indicios
          de rumbos imprecisos.
          No debo distraerme. Quiero romper
          un remanente de aguas cristalinas.
          Llegaré hasta la cima de la montaña.
          Romperé el cielo con mis puños.
          Si fluye el agua vertical, huirá esa multitud
          que me persigue.

         

EL ARTE O LA JUSTICIA


          Se me concedió la espada azul.
          Pero no quiero perforar el cielo.
Quiero romper cerraduras de oro.

¡Ay, si yo encontrara la espada incandescente!

Es preciso hacer una tumba colectiva.
¿No es más noble acaso,
sepultar todos los cuerpos embalsamados
que hay en la ciudad,
que hipnotizar gaviotas en la bahía?

Si encontrara la espada incandescente,
entraría en las casas de los millonarios.
Quiero expulsar todos los murciélagos
que habitan en la casa de gobierno.

¡Ay, si yo encontrara la espada incandescente...!

AL BORDE DE LA MUERTE

          La enorme serpiente me lame la frente mientras
          Duermo.
          Siento asco de esa lengua inmunda.
          Prefiero luchar contra el cuervo que intenta sacarme
           los ojos.
          Estaré a salvo cuando logre internarme
          en la mirada del búho.
          El aire me está dejando en carne viva.
          Cuando quedo a oscuras una mano me araña
          las entrañas.
          Si me encierro, el silencio me asfixia.
          Cuando estoy solo,
          veo salir fantasmas de todas partes.
          Si me agrego a una multitud, todos se tornan
          contra mí.

          ¡Solo hoy estaré vivo,
          si no logro internarme en la mirada del búho!

MAS ALLA DE LOS ESPEJISMOS

          ¡Tengo sed!
          No tuve la dicha de escoger.
          Sólo tuve acceso a esta tierra árida.
          He caminado día y noche tratando de ir
          más allá de los espejismos.
          Se aproxima la última noche, la noche profunda...
          Pronunciaré una frase.
          Haré lo que hicieron los que tuvieron
          la desdicha de precederme.
          Lo único que podemos dejar en este espacio vacío,
          es el eco de nuestra voz.
          Voy a pronunciar mi última frase con todo el ancho
          de mi boca.
          Los que vienen tras de mí,
          podrán reconocerme...

          ¡Qué importa ese mundo que queda más allá
          de ésta aridez.
          Cuando hablo, mi voz no se confunde en una multitud
          de voces!

UNO CONTRA TODOS

          Mis enemigos cuentan con espadas de acero.
          Yo poseo la espada azul.
          Me atacan de manera escandalosa.
          Yo me defiendo en silencio.

          Me internaré en el desierto.
          El maná es un alimento inigualable.
          El aire espeso desarrolla los pulmones.
          ¡Sobre viviré!
          Bastará con una sola vez que beba el agua
          vertical.
Aprenderé maneras ignotas de defensa.
         

          Tornaré a la lucha.
                             ¡Sé que venceré!

MAS ALLÁ DEL PRESENTE

          Tengo una lengua inmensamente larga
          y un paladar ultrasensible.
          He sentido el sabor de un pastel exótico.
          Y he lamido las paredes de una ciudad ignota.

          ¡Este instante es invulnerable!
          ¡Qué esfuerzo hago
          para abrir la puerta de mi casa!
          Mi voz no llega a los oídos de los que
          me rodean.
          El pastel que está en la mesa no sabe a nada.
          Y la mujer que tengo frente a mí se ha puesto
          a ver las telarañas.

          Seguiré rumiando sabores exóticos...

¿QUIEN SOY?

          Fui un ángel que ascendía hacia lo infinito.
          Después un águila que desolaba los aires.
          Cuando era hombre,
          me tomaron una fotografía cruzando el bulevar.
          Hace diez siglos,
          Era un enjambre de mariposas blancas.
          Cuando nací,
          mi madre era una serpiente que se alimentaba
          con estrellas y defecaba ruiseñores.
          Y mi padre era un monje
          que meditaba en el fondo del océano.
          Ahora mis hijos
          son gaviotas relegadas en el desierto.
          Mi madre una cigarra disecada.
          Y mi padre un loco
          que intenta perforar el cielo con la mirada.
          ¡Qué hago,
          en este instante con estas garras de tigre!

EL OPTIMISTA

          El amor no está relegado en el desierto.
          Los pájaros nocturnos
          invadieron la mirada del búho.
          ¿Ved, cómo revolotean las gaviotas?
          En el jardín,
          la garza blanca está en meditación.

          ¡Cómo fluye el agua cristalina en la falda
          de la montaña!
          En mi frente se posó la mariposa
          multicolor.
          El amor es una serpiente de una longitud infinita.

          ¡Ya recorrimos todo el universo!

LA MUJER QUE NO PUEDO NOMBRAR

          Te amo, (de eso no hay duda).
          ¡Qué será de las gaviotas,
si no correspondes a este amor!
Dije que te amo, y  en el jardín,
las mariposas no despliegan sus alas.
El ruiseñor no taladra tu pecho.
Y los pájaros azules no se han percatado
cómo fluye el agua vertical.

Hoy me aproximaré al surtidor.
¡ay del cielo si no salen golondrinas...!

Por ti soy capaz de escalar la montaña
y ponerme a tumbar
estrellas con una rama de ciprés...

SÁCIATE DE ESTE ESPLENDOR


          Lo que pueda decirte sobra.
          Mira sobre tu cabeza cómo revolotean
          los pájaros azules.
          Aguza tu oído.
          Sabrás que hay una fiesta en el fondo
          del océano.
          Abre tus ojos.
          Verás en mi frente el enjambre de mariposas
          blancas.

          ¡Ven!
          Hoy invadirán el cielo los pájaros nocturnos.
          Hoy hemos de abordar la alfombra aérea.
          Mañana no podré reconocerte.
          Mañana los ángeles pueden ser demonio.
          En este instante me sale del pecho la transpiración
          Azul...

TRIUNFO SEGURO

          Se ha puesto furiosa la multitud.
          ¡Hoy será tomado el cielo por asalto!
          Mañana los ángeles triunfarán
          contra los monstruos nocturnos.
          En la cumbre de la montaña
          el águila estará petrificada.
          Y en el fondo del océano morirán de hambre
          Los peces asesinos...

TRANSMUTACIÓN

          He buscado sin éxito la ciudad clandestina.
          He de hacer de cuenta que sólo existe,
          esta edificación que se extiende a lo largo
           de la playa.
          El mar todo lo transmuta.
          La ballena que ayer provocó el maremoto,
          hoy fue presa fácil de un pelícano.
          En este instante la gaviota combate
          con éxito contra el águila.
          En la cumbre del ciprés, el búho
          y el cuervo combaten por el dominio
          de esta playa inmensa.

          ¡La espada azul se tornó roja!
          ¡Que ganas tengo, de tomarla y comenzar
          a cortar cabezas...!
          Nadie podrá contra mí.
          En este momento poseo el brazo de Hércules
          y la astucia de Ulises.

          ¡Hoy exploraré todo el cuerpo
          de la enorme serpiente...!

LA CIUDAD

          En la avenida estuve confundido entre la multitud.
          Visité todos los parques y me bañé en el
          agua vertical.
          En el zoológico la boca de la serpiente
          es infinita.
          Y en el acuario la ballena hace un gran esfuerzo
          por tragarse el Sol.
          Pregunté dónde queda el orfanato y me dijeron
          que en él estaba.
          En el manicomio estuve a punto de ser estrangulado.

          Invadieron los pelícanos el río que cruza
          la ciudad.

          En la feria vi por última vez a la mujer que amo.

          Necesito ir al hospital.
          No es nada. Sólo es un pequeño dolor de espalda.

          ¡Hoy mismo exploraré la mirada del búho!

DECLARACIÓN

          Mi amor por ti es agua vertical.
          Quítate la ropa.
          Húndete en esas aguas frescas.
          Juega con los peces dorados.
          Mirarás de lejos el suicidio
          del pelícano.
          Yo estaré echándoles pan a las gaviotas.
          Las golondrinas que salen de tus ojos
          envíalas hacia mí.
          ¡Soy el Norte en plena primavera!

MÁS ALLÁ DE DOS MILENIOS

          ¡Quién podrá negar los efectos
          de ésa turbulencia!
          La quietud es una afirmación de los insensibles.
          No existe la rosa inmutable.
          Ya me rompí la frente contra la corola
          del girasol.
          ¡A la hora del crepúsculo,
          mi cuerpo exhalará toda la fragancia
          absorbida!
          Hace dos mil años que estamos bebiendo el agua
          que surte de la roca.
         
          ¡Os invito a beber el agua vertical!

         




         
         
         













  


         

         








                            

                                

         

            


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